Turismo en Cerro Colorado
La maravillosa Reserva Cultural Natural Cerro Colorado.
Su nombre se debe al color de los cerros que la rodean, se encuentra ubicada en la intersección de los departamentos Río Seco, Sobremonte y Tulumba, se lo considera como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país. Su formación geológica erosionada a fuerza de viento y agua, fue desarrollándose de aleros y cuevas que tiempo más tarde esgrimirían los aborígenes para originar los testimonios de su arte y estilo de vida, en pinturas rupestres.
La zona del Cerro Colorado estuvo dominada por la cultura Ayampitín, aborígenes nómades expertos en la caza. A partir del año 500 llegaron otros pueblos originarios, dos de los cuales ocupaban el área a la llegada de la colonización española; los conocidos Sanavirones y Comechingones.
En los dibujos quedó plasmado el inicio del fin. Los colores utilizados, al igual que otras culturas originarias de Latinoamérica, eran el blanco, negro y rojo.
Tras profundos estudios realizados sobre el lugar, El Cerro Colorado se declara Monumento Histórico Nacional en 1961.
En el lugar funciona un museo arqueológico provincial con guías y como una manera de salvaguardar este incomparable patrimonio, el ingreso a los sitios con pinturas rupestres solo puede efectuarse con su compañía.
La ciudad es magnífica para todo aquel excursionista que desee descansar y efectuar actividades al aire libre. Sus excelentes paisajes permiten al visitante disfrutar su vista entre arroyos y montañas ya que por el lugar pasan el arroyo de los Molles y el caudaloso río de los Tártagos.
Sus típicos senderos de areniscas rojizas, cerros que se levantan entre la incomparable vegetación y rincones que guardan los más atrapantes vestigios del pasado aborigen. Todo permanece allí, expectante desde hace siglos, para que pueda ser disfrutado por los visitantes.