Turismo en La Serranita

Serena, atractiva, y natural, La Serranita es un pequeño paraíso en el Valle de Paravachasca. Asediada por las cambiantes cumbres de los cerros, el curso del esplendoroso del río Anisacate, y un verde denso que se encumbra por las laderas, exhibe paisajes encantadores que tientan a salir y alegrarse de actividades al aire libre.
Surcadas por callecitas angostas, La Serranita exhibe un relieve ondulado; casas bajas que se entremezclan con colosales arboledas; y una atractiva Capilla, le dan vida a esta pequeña comunidad que manifiesta todos sus tesoros para el deleite de sus invitados.

Un lugar perfecto para organizar caminatas es su paseo costanero, que permite admirar como las aguas agasajan la costa mientras los sauces criollos dispersan sus ramas para regalar la frescura y la sombra imprescindible. En este ambiente sereno el turista podrá tropezarse con bellas playas, de aguas tibias y cristalinas, magníficas para refrescarse durante la época veraniega y probar suerte con la pesca.

La deslumbrarte naturaleza que ocupa la región es una excusa perfecta para organizar cabalgatas; elegir un paseo guiado y no perderse ningún detalle del territorio; o desafiar el terreno a través del encantador trekking. Para aquellos que buscan más aventura podrán alcanzar las cimas del majestuoso Cerro de la Cruz o el Cerro La Luisa, desde dónde se consiguen espectaculares vistas panorámicas.

 

Sobre la base del cerro La Luisa, se puede prestar atención a la Cueva de los Helechos, una postal que combina especies epífitas; rocas; y pequeñas cascadas. Sencillamente imperdible.

En los ardientes días de verano, el visitante podrá deleitarse con el balneario de aguas tibias y cristalinas y efectuar excursiones por las sierras su rica gastronomía, confiterías, sus cómodas hosterías y demás bienestares para que su estadía en la ciudad de La Serranita, sea placentera.